Galicia se prepara para su «festa dos maios»

Actualmente, la «Festa dos Maios» se vive especialmente en las provincias de Ourense y Pontevedra

Galicia se prepara para su "festa dos maios"

Con la llegada del mes de mayo, los «maios» salen a las calles de nuestros pueblos y ciudades. Las «Festas dos Maios» celebran el final del invierno y la llegada de la primavera coincidiendo con el inicio del quinto mes del calendario. Los «maios» son figuras de madera adornadas con frutos y flores. En las “Festas dos Maios” estas figuras desfilan por las calles al tiempo que se recitan coplas, breves composiciones generalmente de carácter satírico y crítico con la actualidad. Se entonan acompañadas del ritmo de dos palos (la forma más tradicional), de otros instrumentos o del sonido de elementos típicos gallegos, como las conchas de vieira.

El origen de esta exaltación de la naturaleza al comienzo de la primavera se remonta a las civilizaciones prerromanas y a tradiciones de origen celta. Pero hay gran diversidad de opiniones.

Para muchos, estas manifestaciones lúcidas pertenecientes al «ciclo de mayo» tienen su origen en el Neolítico; aunque otros sitúan su inicio en el mundo greco-romano y en los cultos a dioses/as como Ceres (la diosa romana de la Agricultura) o a Maya (diosa de la Primavera para griegos y romanos).

Por la parte celta, las miradas se dirigen hacia la festividad celta de Beltane, que marcaba el inicio del verano pastoral, cuando el ganado se llevaba a los pastos de verano.

Lo que sí parece claro es que esta celebración se popularizó y revitalizó en Galicia conforme la agricultura ganaba importancia, con la proliferación de múltiples celebraciones populares encaminadas a conseguir buenas cosechas y alejar peligros y malas épocas para el campo.

Así, se realizaban y exhibían arcos y cruces de flores o se celebraban fiestas agrarias como la de «alumear o pan», popular en las rías de Arousa, Noia y Muros. Se entonaban cánticos reivindicando las buenas cosechas alrededor de una hoguera o mientras se recorrían los campos sembrados.

Pero, de entre todas ellas, la que más ha calado en Galicia son los «maios»,

Los «maios» han tenido y tienen toques diferenciados en muchas localidades. En Santiago de Compostela, eran habituales los que imitaban los atuendos de los peregrinos. En Marín, como villa marinera, triunfan las figuras en forma de barco. En otras zonas costeras más al norte, como O Barbanza, más allá de los tradicionales desfiles, es costumbre colocar ramas de «xesta» en las puertas de las casas o en los vehículos. En Verín reúnen sus «maios» tradicionales en recuerdo de Enrique Gómez Pato, que en los años 50 recorría las calles con improvisadas esculturas de madera cubiertas de flores.

Actualmente, la «Festa dos Maios» se vive especialmente en las provincias de Ourense y Pontevedra y a los «maios» y a sus coplas les acompañan la música y muchas otras actividades que conforman una festividad de lo más alegre, colorida y participativa.

En Ourense, la «Festa dos Maios» está considerada Fiesta de Interés Turístico en Galicia y suele celebrarse el 3 de mayo porque es el día de la Santa Cruz, que en la tradición cristiana representa al árbol de la vida, la salud y la resurrección.

Aquí se decantan mayoritariamente por figuras piramidales de cierto tamaño o, más bien, carrozas de flores y frutos que recorren las calles de la localidad y que, según los estudiosos, simbolizan monumentos paganos de adoración o montículos celtas. En su parte más alta, estos «maios» llevan un pequeño arco con una campanilla y una cruz.

En Ourense, la «Festa dos Maios» incluye también desfile de cabezudos y música tradicional pero, sin duda, quienes gozan de especial popularidad son las coplas. Ellas son las protagonistas del «Concurso de Maios e Coplas», en el que participan todo tipo de asociaciones y colectivos sociales y culturales.

En Ourense, la tradición dice que la fiesta termina quemando o ahogando el «maio».

En Pontevedra, los “maios” se desplazan sobre «andas» portadas por grupos de niños/as, entre los que hay un/a solista que entona la copla, mientras sus compañeros/as siguen el compás con palos y se encargan de repetirla cuando termina.

Los «maios» pontevedreses suelen estar rematados por vistosas coronas de flores, naranjas o cáscaras de huevo y el epicentro de la celebración es la emblemática Plaza da Ferrería.

En Pontevedra suele convocarse un «Concurso de Maios», organizado en diferentes categorías, como la de Mejor «Maio tradicional», «Mejor Interpretación» o «Mejor Corona».

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