La adhesión de España y Portugal cumple 40 años consolidando una Europa más unida y próspera
El 1 de enero de 2026 se conmemora el 40.º aniversario de la adhesión de España y Portugal a la Unión Europea, una fecha clave en la historia reciente del continente. Cuatro décadas después, la integración de ambos países se reconoce como uno de los hitos más relevantes del proceso de ampliación europea, tanto por su impacto interno como por su contribución al fortalecimiento del proyecto común.
Desde su entrada en 1986, España y Portugal han enriquecido a la Unión Europea en los ámbitos cultural, político y económico, ampliando las oportunidades comerciales y de movilidad para millones de ciudadanos. La adhesión ha reforzado la solidaridad entre los pueblos europeos y ha fortalecido la posición de la UE en el escenario internacional, especialmente en sus relaciones con América Latina, África y el Mediterráneo.
Los datos económicos reflejan con claridad el alcance de esta integración. En los últimos cuarenta años, el PIB real de ambos países se ha duplicado y se han creado más de once millones de puestos de trabajo, impulsados en gran medida por la pertenencia al mercado único. Las exportaciones hacia el resto del continente han experimentado un crecimiento sustancial, consolidando a España y Portugal como actores clave del comercio europeo. Esta evolución positiva se refleja también en la percepción ciudadana: el 91 % de los portugueses y el 76 % de los españoles consideran que sus países se han beneficiado de la adhesión a la UE.
La contribución de ambos Estados miembros va mucho más allá del ámbito económico. España y Portugal han desempeñado un papel destacado en investigación e innovación, así como en la producción de alimentos y productos pesqueros de alta calidad, reforzando la seguridad y diversidad alimentaria en Europa. Además, se sitúan a la vanguardia de las acciones de protección civil y ayuda humanitaria, consolidando a la UE como uno de los principales donantes a nivel global.
La movilidad y la educación han sido otros de los grandes beneficiarios de estas cuatro décadas de integración. Gracias a programas como Erasmus+, millones de jóvenes europeos han tenido la oportunidad de estudiar y viajar. España se ha convertido en el principal destino del programa, acogiendo a cerca de 680.000 estudiantes y docentes entre 2021 y 2024, un dato que subraya su papel central en la construcción de una ciudadanía europea más conectada.
En términos sociales y democráticos, la adhesión ha sido decisiva. España y Portugal han contribuido al avance de los derechos, la mejora de la salud pública y la ampliación de las libertades individuales, al tiempo que han reforzado la estabilidad democrática y el progreso social dentro de la Unión. Su incorporación también ha ampliado la perspectiva global de Europa, especialmente en regiones estratégicas con fuertes vínculos históricos y culturales.
El balance de la ampliación resulta igualmente positivo para el conjunto de la UE. En los últimos cuarenta años, la economía europea se ha fortalecido, el comercio interior y exterior ha aumentado, las regiones están mejor conectadas y se han multiplicado las oportunidades en investigación, innovación y educación. Asimismo, Europa ha mejorado su capacidad de respuesta ante crisis y ha ganado influencia a nivel mundial.
Las cifras respaldan este impacto: más de 250.000 millones de euros se han invertido en regiones españolas y portuguesas, más de 20.000 millones de euros se han destinado a financiar la investigación y más de 140.000 proyectos se han beneficiado de los fondos pesqueros de la UE.
Cuarenta años después, el mensaje es claro: juntos, la Unión Europea, España y Portugal son hoy más fuertes, y su historia compartida continúa siendo un pilar fundamental del proyecto europeo.
