
El Celta de Vigo selló su clasificación para la siguiente ronda de la Copa del Rey después de una auténtica batalla en el Narcís Sala. El equipo dirigido por Claudio Giráldez vivió una noche de resistencia, empuje y sufrimiento ante un Sant Andreu valiente y descarado que nunca dio el encuentro por perdido pese a la diferencia de categoría. El pase celeste no llegó hasta una tanda de penaltis interminable que se decidió cuando Sergi Serrano envió al larguero el decimocuarto lanzamiento de la noche.
El conjunto vigués sufrió de inicio ante la intensidad del Sant Andreu, que salió decidido a sorprender apoyado por una grada entregada. Durante los primeros compases, los locales rozaron el gol, obligando al Celta a recomponerse para imponer su ritmo. Con el paso de los minutos, los de Giráldez comenzaron a generar ocasiones claras: Hugo Álvarez mandó un balón al larguero y, ya en la segunda mitad, Ferran Jutglà estrelló un disparo en el palo. La entrada de referencias ofensivas como Iago Aspas y Borja Iglesias tampoco logró evitar una prórroga que acabó añadiendo aún más dramatismo a la noche.
En el tiempo extra, el Sant Andreu desató la euforia en el estadio cuando Alexis García abrió el marcador en el minuto 103. Sin embargo, el alivio para los visitantes llegó apenas dos minutos después gracias a Borja Iglesias, que aprovechó un pase filtrado para igualar el encuentro y forzar una resolución desde los once metros. Ese gol resultó vital en un añadido sin más ocasiones claras y con un Celta que sufrió la expulsión de Carlos Domínguez en el minuto 112.
La tanda de penaltis, larga y tensa, se convirtió en un ejercicio de temple para ambos equipos. El Celta mostró una precisión total en sus lanzamientos, mientras que el fallo final de Sergi Serrano dio el billete a los vigueses para la siguiente fase tras un duelo tan exigente como imprevisible.
Con el sufrimiento aún reciente, el Celta ya pone la mirada en su próximo compromiso liguero, donde visitará el Santiago Bernabéu para medirse al Real Madrid este domingo a las 21:00 horas, un encuentro clave para calibrar el momento competitivo del equipo.
