Europa responde al encarecimiento de la vivienda con un plan histórico para frenar precios y alquileres

La Comisión Europea ha presentado el primer Plan Europeo de Vivienda Asequible, una iniciativa ambiciosa con la que Bruselas pretende dar respuesta a una de las principales preocupaciones sociales del continente: el acceso a una vivienda asequible, sostenible y de calidad para millones de ciudadanos europeos.
La urgencia de este plan se explica por la magnitud del problema. En los últimos diez años, los precios de la vivienda han aumentado más de un 60 % en la Unión Europea, mientras que los alquileres se han encarecido más de un 20 % de media. Esta situación está teniendo un impacto directo en la movilidad laboral, el acceso a la educación, la estabilidad de las familias y la cohesión social, además de lastrar la competitividad económica del bloque comunitario.
Ante este escenario, la Comisión apuesta por una respuesta coordinada a nivel europeo, respetando las competencias nacionales y locales, pero actuando allí donde el valor añadido de la UE puede marcar la diferencia. El plan se articula en torno a cuatro ejes fundamentales: aumentar la oferta de vivienda, movilizar inversión pública y privada, impulsar reformas estructurales y proteger a los colectivos más vulnerables.
Uno de los pilares centrales es la Estrategia Europea para la Construcción de Viviendas, orientada a modernizar el sector, mejorar su productividad y corregir el desajuste entre la oferta y la demanda. Esta estrategia busca acelerar los procesos de construcción y renovación, incorporando innovación, sostenibilidad y eficiencia energética.
El plan también refuerza la Nueva Bauhaus Europea, que promueve proyectos de vivienda asequible y de alta calidad, especialmente en entornos ya construidos. A través de esta iniciativa se fomenta la transición ecológica, la economía circular y la bioeconomía, al tiempo que se impulsa la formación y recualificación profesional mediante la Academia de la Nueva Bauhaus Europea, dirigida al ecosistema de la construcción.
En el ámbito normativo, la Comisión revisará las normas de ayudas estatales para facilitar que los Estados miembros puedan apoyar financieramente la vivienda social y asequible. Además, trabajará con las administraciones nacionales, regionales y locales para simplificar los procedimientos urbanísticos y de concesión de licencias, identificados como uno de los principales cuellos de botella para aumentar la oferta.
Otro elemento clave será una nueva iniciativa legislativa sobre los alquileres de corta duración, destinada a aliviar la presión en las zonas de mercado residencial tensionado, donde este tipo de alquileres contribuye al aumento de precios y a la escasez de vivienda disponible.
En términos financieros, la Comisión ya ha movilizado 43.000 millones de euros en inversiones para vivienda y prevé reforzar este esfuerzo en el próximo presupuesto plurianual de la UE. Asimismo, se está desarrollando una plataforma paneuropea de inversión, en colaboración con el Banco Europeo de Inversiones y entidades financieras nacionales y regionales, para canalizar recursos hacia proyectos de vivienda asequible.
El plan pone un énfasis especial en los colectivos más afectados por la crisis, como jóvenes, estudiantes, trabajadores esenciales, personas con bajos ingresos y personas sin hogar. En este último caso, la Comisión promoverá soluciones basadas en el principio de “la vivienda primero”, priorizando el acceso a un hogar digno como base para la inclusión social.
