Hansi Flick cumple un año en el Barça: estilo ofensivo, tres títulos y apuesta por La Masia

El 29 de mayo de 2024, el FC Barcelona anunciaba de forma discreta la incorporación de Hansi Flick como nuevo entrenador del primer equipo. Un técnico sin experiencia previa en el fútbol español, que llegaba tras su paso por la selección alemana y un año sabático. Doce meses después, el balance no puede ser más positivo: tres títulos, un fútbol reconocible y una decidida apuesta por La Masia.
El Barça ha cerrado la temporada con los títulos de Liga, Copa del Rey y Supercopa de España, y solo quedó a las puertas de la final de la UEFA Champions League. En total, bajo la dirección del técnico de Heidelberg, el equipo ha disputado 60 partidos oficiales, con un impresionante registro de 44 victorias, 7 empates y únicamente 9 derrotas. La producción ofensiva ha sido notable, con 174 goles a favor y 72 en contra.
El sello de Flick se ha hecho evidente desde el primer día. El equipo ha mostrado una presión alta constante, valentía táctica, una organización colectiva basada en el esfuerzo y una notable capacidad ofensiva. Uno de los datos más llamativos ha sido el uso estratégico del fuera de juego como arma defensiva. El Barça ha forzado un total de 301 fueras de juego a sus rivales, una cifra que duplica las de equipos como el Betis (157) o el Tottenham (146), los más cercanos en las cinco grandes ligas.
Además del éxito deportivo, Flick ha sorprendido con una decidida confianza en la cantera. Ha hecho debutar a seis futbolistas formados en La Masia: Gerard Martín, Sergi Domínguez, Marc Bernal, Andrés Cuenca, Toni Fernández y Dani Rodríguez. También se destaca el retorno de Dani Olmo, y la consolidación de Pau Víctor, anteriormente cedido en el Barça Atlètic.
En resumen, el primer año de Hansi Flick al frente del FC Barcelona ha sido un rotundo éxito, tanto por los títulos obtenidos como por el estilo implantado y el protagonismo que ha devuelto a los jóvenes talentos del club. La afición ya mira con ilusión hacia el segundo año de la era Flick, con la esperanza de seguir viendo espectáculo, identidad y más éxitos deportivos.