
La Guardia Civil ha desarticulado en Melilla una organización criminal dedicada al tráfico de personas y a la falsedad documental, en el marco de la operación ‘Leicho’. La investigación, que se ha prolongado durante varios meses, ha concluido con la detención de 11 personas y supone un importante avance en la lucha contra las mafias que facilitan la migración irregular, una actividad que entraña un grave riesgo para la vida e integridad física de las víctimas que se ponen en sus manos.
El origen de la investigación se remonta a abril de 2025, cuando los agentes detectaron que el grupo criminal había comenzado a adquirir embarcaciones recreativas y motos náuticas, previsiblemente destinadas al traslado de migrantes durante los meses de verano. A partir de ese momento, se inició un seguimiento exhaustivo sobre los movimientos de la red.
Las pesquisas revelaron que, entre mayo y julio, la organización facilitó la entrada irregular por vía marítima de varias personas, operando entre las costas de Nador y Melilla. Para ello utilizaban las embarcaciones adquiridas, que eran pilotadas por patrones que se desplazaban hasta un punto de encuentro cercano a la costa marroquí, donde recogían a los migrantes, exponiéndolos a situaciones de alto riesgo debido a las condiciones del trayecto y a la precariedad de los medios empleados.
Durante este periodo, la red obtuvo un beneficio económico cercano a los 200.000 euros, consolidándose como un grupo altamente lucrativo y bien estructurado. La detención de varios patrones y el auxilio prestado a diversas víctimas fueron clave para avanzar en la investigación. Además, el trabajo se realizó en estrecha colaboración con las autoridades policiales marroquíes mediante el Centro de Cooperación Policial de Tánger, una herramienta esencial para el intercambio de información en operaciones de carácter transfronterizo.
La Guardia Civil subraya que combatir estas organizaciones representa uno de sus principales desafíos, dado que se trata de grupos que se adaptan continuamente, modifican rutas y métodos y buscan eludir los controles policiales. Esta evolución permanente complica las investigaciones y obliga a desplegar recursos especializados para detectar y desmontar estas estructuras criminales.
La fase de explotación culminó con la detención de 11 personas en Melilla, que ahora se enfrentan a delitos de pertenencia a organización criminal, delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y falsedad documental. Las diligencias se encuentran tuteladas por el Juzgado de Instrucción nº 3 de Melilla.
Esta operación se enmarca en el Plan Estratégico de la Guardia Civil, centrado en la lucha integral contra las redes de inmigración irregular y el control de los flujos migratorios que afectan a la frontera sur de España.
