
La Comisión Europea ha presentado dos propuestas legislativas con el fin de aplicar la Declaración conjunta UE-EE.UU. del 21 de agosto de 2025, que busca reforzar las relaciones comerciales y de inversión entre ambas potencias. Estas medidas suponen los primeros pasos para que los compromisos pactados entren en vigor de manera retroactiva desde el 1 de agosto.
El objetivo central es reducir los aranceles sobre bienes industriales estadounidenses y conceder acceso preferencial a ciertos productos pesqueros y agrícolas no sensibles. Además, se incluye la prórroga del tratamiento libre de aranceles para la langosta, ahora también en su versión procesada.
Uno de los puntos más destacados es la reducción de aranceles aplicada por Estados Unidos al sector del automóvil europeo, clave para la economía comunitaria. La rebaja pactada del 27,5 % al 15 % permitirá un ahorro superior a los 500 millones de euros en un solo mes, solo en concepto de exportaciones de automóviles.
Estados Unidos también se ha comprometido a aplicar aranceles cero o cercanos a cero a productos estratégicos como el corcho, aeronaves y piezas de avión, además de medicamentos genéricos, a partir del 1 de septiembre.
La Comisión subraya que este acuerdo contribuye a restablecer la estabilidad y previsibilidad en las relaciones transatlánticas, lo que beneficiará a empresas, trabajadores y ciudadanos a ambos lados del Atlántico.
Ahora, las propuestas deben ser aprobadas por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE mediante el procedimiento legislativo ordinario para que las reducciones arancelarias sean efectivas.
La relación económica transatlántica sigue siendo la más importante del mundo. En 2024, el comercio de bienes y servicios entre ambas regiones superó los 1,6 billones de euros, lo que equivale a más de 4.200 millones de euros diarios en intercambios. Además, las inversiones mutuas alcanzaron los 5,3 billones de euros en 2022, consolidando una alianza estratégica fundamental para la economía global.