La bocatería Papos, uno de los referentes gastronómicos de Vigo, cumple 43 años de historia con un nuevo reto: expandirse a través del modelo de franquicia. La firma gallega ha confiado en la consultora especializada Mundo Franquicia para dar este paso, que supone una nueva etapa en su trayectoria.
El proyecto ya ha despertado interés entre los seguidores de la marca: cuatro solicitudes se han presentado, de las cuales dos ya han sido aprobadas. La primera apertura tendrá lugar en Santiago de Compostela a principios de octubre, coincidiendo con el estreno de una nueva imagen corporativa que renovará la estética de la bocatería sin perder su esencia.
“No hay que cambiar lo que funciona, pero sí saber adaptarse a los nuevos tiempos”, explica Óscar Amoedo, actual responsable del negocio e hijo de Pepe Amoedo, fundador de la bocatería en los años ochenta. “La esencia de Papos sigue siendo la misma: calidad, tradición y un ambiente familiar que nos ha acompañado durante más de cuatro décadas”.
La historia de Papos está íntimamente ligada al pulso cultural de Vigo, ya que sus primeros años coincidieron con la eclosión musical de grupos como Siniestro Total o Golpes Bajos. Hoy, más de cuatro décadas después, la bocatería inicia un camino de expansión con el objetivo de llegar a nuevos públicos sin perder la cercanía que la caracteriza.
“Queremos crecer poco a poco, con paso firme”, señala Amoedo, que subraya la importancia de mantener la identidad familiar que ha convertido a Papos en un emblema de la ciudad. Con la vista puesta en ciudades como Madrid, la marca aspira a competir en el segmento de bocaterías con cadenas nacionales como Vips o Rodilla, pero siempre con el sello único que les distingue desde 1982.
La nueva etapa de Papos supone no solo un hito para la hostelería viguesa, sino también una oportunidad para consolidar un modelo de negocio de éxito, listo para proyectarse fuera de Galicia y conquistar nuevos mercados.
