Los 14 tripulantes del pesquero Fastnet fueron rescatados con éxito este domingo tras embarrancar la embarcación en la bahía de Dingle, en el noroeste de Irlanda. El operativo fue llevado a cabo por un helicóptero de la Guardia Costera irlandesa, que evacuó a toda la tripulación sin que se registrasen heridos, según confirmaron fuentes vinculadas a la empresa armadora del buque.
La alerta se activó pasadas las once de la mañana, cuando el Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Valentia recibió el aviso de que el pesquero había quedado encallado tras sufrir una avería en el motor. La embarcación, que navegaba a la salida de la bahía de Dingle, quedó a la deriva y fue arrastrada por el fuerte oleaje hasta impactar contra una zona rocosa del litoral.
Ante la gravedad de la situación, la Guardia Costera de Irlanda movilizó de inmediato un helicóptero de rescate, que procedió a la evacuación aérea de los 14 marineros. Tras ser trasladados a la localidad de Dingle, los tripulantes fueron evaluados por personal sanitario, confirmándose que todos se encontraban en buen estado de salud.
El Fastnet es un pesquero de bandera francesa, aunque cuenta con capital gallego y está integrado en la asociación de armadores PescaGalicia, con sede en A Coruña. Aunque su puerto base oficial es Bayona, en Francia, el buque opera habitualmente desde Galicia, con base operativa en A Coruña, y comercializa sus capturas en el puerto de Pasajes.
Construido en el año 2000, el Fastnet tiene 33 metros de eslora y 8 metros de manga. En la actualidad faena con artes fijas, concretamente con volanta, tras haberse dedicado anteriormente al palangre, según indican fuentes del sector pesquero. No han trascendido, por el momento, datos oficiales sobre la nacionalidad de los tripulantes rescatados.
El accidente se produjo cuando el buque regresaba de los caladeros. En las horas posteriores al embarrancamiento comenzaron a circular vídeos en redes sociales en los que se observa al pesquero golpeando contra la costa, a merced del mar. Esta situación ha generado preocupación entre las autoridades irlandesas, que temen que el barco pueda partirse debido a su posición, el estado del mar y el combustible que aún permanece a bordo.
Por el momento, los esfuerzos de los servicios de emergencia se centran en evaluar la evolución del buque y en prevenir posibles daños medioambientales en la zona.
