Consumo pone bajo lupa el Black Friday: barridos tecnológicos para detectar fraudes y manipulación de precios

El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha anunciado el despliegue de la mayor campaña de vigilancia y monitorización realizada hasta ahora en España para controlar las prácticas comerciales durante el Black Friday y el posterior Cyber Monday. En una comparecencia ante los medios, Bustinduy advirtió de que «ningún modelo de negocio puede basarse en la vulneración de los derechos de las personas consumidoras» y aseguró que el Ministerio utilizará todos los recursos necesarios para proteger a los compradores en uno de los periodos de rebajas más intensos del año.
La Dirección General de Consumo llevará a cabo una monitorización masiva de precios y productos para detectar rebajas fraudulentas. Este tipo de infracción, cada vez más habitual en grandes operadores de comercio electrónico, consiste en elevar artificialmente el precio de un producto antes del Black Friday para, posteriormente, rebajarlo hasta su coste original, creando la falsa apariencia de un descuento real. Esta práctica está tipificada como infracción en el artículo 20 de la Ley de Ordenación del Comercio Minorista.
Un control ampliado sobre nuevas prácticas desleales
En esta campaña, Consumo amplía de forma significativa el número de prácticas bajo vigilancia. El Ministerio ha identificado varios patrones comerciales oscuros que, mediante un barrido tecnológico avanzado, podrán ser detectados y sancionados:
Precios por goteo: técnicas en las que parte del coste total se oculta al inicio del proceso de compra y aparece únicamente en los pasos finales mediante tasas, suplementos o gastos de gestión.
Técnicas de presión o urgencia artificial: relojes de cuenta atrás irreales, mensajes falsos sobre escasez de stock u otros mecanismos para forzar decisiones de compra precipitadas.
Precios dinámicos: variaciones en el importe del producto durante el proceso de compra sin la debida transparencia sobre los factores que las provocan.
Precios personalizados basados en datos personales, que pueden generar discriminaciones injustificadas.
Comparaciones engañosas de precios, cuando el precio rebajado se contrasta con otro que no ha sido habitual en el mercado, simulando un ahorro mayor del real.
La inspección se centrará especialmente en las grandes plataformas de comercio electrónico, con especial atención a sectores como el textil, juguetes, tecnología y pequeños electrodomésticos, donde habitualmente se concentran las compras durante estas fechas.
En su intervención, Bustinduy afirmó que “ninguna empresa, por grande o poderosa que sea, está por encima de la ley”, y subrayó que Consumo actuará con la máxima firmeza. Recordó también que “ningún modelo de negocio puede basarse en la vulneración de los derechos de las personas consumidoras”.
Antecedentes y sanciones recientes
Esta nueva campaña da continuidad a las labores de inspección desarrolladas en años anteriores. El pasado verano, Consumo concluyó con siete expedientes sancionadores a operadores de comercio online por manipular los precios durante el Black Friday, imponiendo multas que alcanzaron los 350.000 euros y la prohibición de repetir estas prácticas. Estas sanciones han sido recientemente avaladas por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que confirmó la validez de las actuaciones en dos resoluciones distintas.
Los barridos tecnológicos que realiza la Dirección General de Consumo constituyen una herramienta esencial para detectar infracciones, evaluar el grado de cumplimiento de la normativa y sensibilizar a los consumidores sobre sus derechos. Además, los datos obtenidos serán de gran utilidad para el diseño de la nueva regulación europea de protección del consumidor en el comercio electrónico, actualmente en desarrollo.
¿Cómo funciona una falsa rebaja? Ejemplo práctico
Para ilustrar cómo operan estas prácticas engañosas, Consumo expuso un caso real detectado durante el Black Friday de 2023. Entre el 15 y el 20 de noviembre, un operador vendía un ordenador portátil por 626,99 euros. El 21 de noviembre, el precio subió hasta 759,99 euros. Posteriormente, entre el 22 y el 29 de noviembre —coincidiendo con el Black Friday—, el precio volvió a situarse en 626,99 euros. Esta maniobra inducía al consumidor a creer que existía una rebaja de 133 euros, cuando en realidad se trataba del precio original.
Consumo recuerda que estas técnicas distorsionan el mercado, generan desinformación y perjudican gravemente la capacidad de decisión de los consumidores, especialmente en momentos de alta actividad comercial como el Black Friday.
Con la nueva campaña de vigilancia, el Ministerio aspira a reforzar la transparencia en el comercio electrónico, garantizar un entorno más seguro para las compras online y asegurar que las empresas respeten la normativa que protege a los consumidores en todo el territorio.
