El Gobierno adelanta la revisión del Ingreso Mínimo Vital para reducir reintegros y dar certidumbre a las familias

La doble revisión del Ingreso Mínimo Vital permite actualizar las cuantías desde mayo y reducir el impacto económico de las devoluciones, beneficiando a más de 655.000 hogares en su primera aplicación.

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, en una fotografía de archivo. (Pool Moncloa)

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha puesto en marcha una nueva fórmula para reducir el impacto económico de los reintegros en las familias beneficiarias del Ingreso Mínimo Vital (IMV). El sistema consiste en una doble revisión anual de los ingresos, que adelanta la actualización de las prestaciones cinco meses respecto al calendario habitual.

La ministra Elma Saiz ha explicado que, gracias a esta medida, las familias pueden conocer desde mayo si su ayuda económica sube, baja o se suspende, según los ingresos del año anterior. Hasta ahora, esta revisión se realizaba en octubre, cuando se contaban con los datos consolidados de la Agencia Tributaria.

El nuevo modelo se apoya en un cruce de datos preliminar realizado en abril de 2025, lo que permite aplicar ajustes desde mayo. En caso de que se reduzca la cuantía de la prestación, el Gobierno establece un sistema de compensación personalizado, adaptado a las necesidades de cada unidad familiar. Además, en aquellos casos donde los ingresos familiares han mejorado hasta quedar fuera del umbral del IMV, la nueva fórmula minimiza las devoluciones.

“Desde el primer minuto de esta legislatura nos comprometimos a mejorar el IMV, y esta es una prueba tangible del compromiso con las familias”, ha declarado la ministra.

En esta primera revisión anticipada, la medida ha impactado en 655.000 hogares, de los cuales:

  • El 49% mantiene la misma cuantía,

  • El 30% ve aumentada su prestación,

  • El 19% experimenta una reducción,

  • Y un 2% queda fuera del IMV por mejora económica.

Saiz ha subrayado que la salida de beneficiarios del sistema “es un indicador positivo, porque significa que esas familias ya no necesitan esta ayuda pública”. También ha defendido el carácter transitorio del IMV como “una palanca para la inclusión social y el bienestar”.

Desde su creación hace cinco años, el Ingreso Mínimo Vital ha llegado a más de 3 millones de personas en un millón de hogares, consolidándose como una herramienta clave en la lucha contra la pobreza y la exclusión social. La cobertura también ha mejorado, con un aumento del 36% al 42% en el IMV y del 19% al 23% en el Complemento de Ayuda para la Infancia.

Además, los plazos de tramitación se han acortado significativamente: se tarda 45 días menos de media en resolver solicitudes respecto al año anterior.

La ministra también ha defendido el riguroso control de esta prestación: “Trabajamos para llegar a quien más lo necesita, con transparencia y control público sobre unos fondos que están constantemente auditados”.

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