España firma un recital en Tenerife y deja sin respuesta a Georgia camino al Mundial 2027

España firmó este domingo en Tenerife una de sus actuaciones más sólidas de los últimos años al imponerse por un contundente 90-61 a una Georgia que llegó al Santiago Martín con urgencias y terminó completamente superada por el ritmo, la energía y el acierto del combinado nacional. El triunfo coloca a España como líder del grupo tras las dos primeras jornadas de la fase de clasificación para la Copa del Mundo 2027 y refuerza el exitoso debut de Chus Mateo al frente de la Selección, con dos victorias en sus dos primeros encuentros.
Desde el inicio, el ambiente en el pabellón fue excepcional, aunque España tardó en trasladar esa energía a la pista. El conjunto nacional arrancó con un exceso de tensión que se reflejó en dudas defensivas, poca fluidez ofensiva y una falta de esa chispa habitual en sus mejores noches. Georgia, liderada por el activísimo Andronikashvili, aprovechó la situación para marcar el ritmo del partido y abrir una brecha de hasta nueve puntos (11-20, minuto 8). A ello se sumó la mala noticia de la lesión de Osobor, obligado a retirarse tras apenas dos minutos en pista. Sin embargo, la aportación de Almansa y Costa permitió minimizar daños y cerrar el primer cuarto con un más manejable 19-22.
El punto de inflexión llegó en el segundo periodo. España elevó su intensidad, mostró una defensa mucho más agresiva y mejoró claramente en el acierto exterior. Tres triples consecutivos —dos de Busquets y uno de Paulí— igualaron el encuentro (29-29, minuto 13) y dieron paso a la primera ventaja española (32-29, minuto 14). A partir de ese momento, la Selección recuperó su identidad: robos de balón, contraataques bien ejecutados y una circulación ofensiva que desbordó a Georgia. Las últimas dos acciones antes del descanso, ambas culminadas por Yusta, sirvieron como la mejor fotografía de un segundo cuarto excelso que se cerró con un 47-33 tras un parcial de 28-11.
El inicio de la segunda mitad mantuvo la tónica dominante. Aunque los primeros minutos llegaron sin anotación, dos triples consecutivos de Alberto Díaz (53-37, minuto 23) ampliaron la distancia y encendieron de nuevo a un equipo que se mostró imparable. España desplegó velocidad, carácter, dominio del ritmo, control del rebote e intensidad en ambos lados de la pista. El público del Santiago Martín disfrutó de un recital que incluyó jugadas de gran nivel, como el espectacular caño de Paulí sobre Shengelia en pleno contraataque.
El tercer cuarto concluyó con un rotundo 70-46, dando paso a un último periodo en el que la Selección mantuvo intacta su ambición. Todos los jugadores participaron del festival ofensivo y defensivo, sin bajar la intensidad pese a tener el partido decidido. La ventaja llegó a ser de 34 puntos (88-54, minuto 39), una diferencia que dejó sin respuestas a figuras contrastadas como Shermadini, Shengelia, Sanadze o McFadden, incapaces de frenar el vendaval español. Las gradas, completamente entregadas, acompañaron cada acción de un equipo que ofreció su versión más coral y dominante.
El triunfo, contundente y lleno de confianza, confirma el brillante inicio de Chus Mateo como seleccionador y deja a España en una posición privilegiada camino del Mundial 2027.
