El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido desde el Palacio de La Moncloa para anunciar un nuevo acuerdo alcanzado con la OTAN, por el cual España destinará el 2,1% de su Producto Interior Bruto (PIB) a Defensa. Esta cifra permitirá cumplir con los compromisos internacionales sin comprometer el modelo social español ni incrementar el gasto militar hasta niveles considerados inasumibles por el Ejecutivo.
Sánchez subrayó que este pacto con la Alianza Atlántica refuerza el papel de España como “actor global de primer orden, tanto en defensa como en economía y cooperación internacional”. Según explicó, se ha llegado a este consenso evitando el aumento del gasto hasta el 5% del PIB, una cifra que, aseguró, “haría inviable el mantenimiento del Estado del Bienestar tal y como lo conocemos”.
Durante su intervención, el jefe del Ejecutivo argumentó que el enfoque de la OTAN siempre ha sido el de garantizar las capacidades reales —técnicas y humanas— necesarias para la seguridad común, y no tanto los porcentajes de inversión. “Un 2,1% es suficiente y adecuado para que España cubra con solvencia las demandas operativas de la Alianza”, aseguró, señalando que los análisis técnicos de las Fuerzas Armadas españolas avalan esta estimación.
Sánchez defendió también la necesidad de impulsar una autonomía estratégica europea basada en la eficiencia del gasto, la cooperación industrial y la interoperabilidad de los ejércitos. “No se trata de gastar más, sino de gastar mejor y juntos”, reiteró, abogando por la creación de un futuro Ejército Común Europeo.
El presidente fue claro al explicar las consecuencias económicas de escalar el presupuesto de defensa al 5%: un coste estimado de 350.000 millones de euros adicionales hasta 2035. Este incremento implicaría, entre otras medidas, un aumento impositivo medio de 3.000 euros por persona, la eliminación de prestaciones sociales y drásticos recortes en educación y pensiones.
Finalmente, Pedro Sánchez agradeció el papel del nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, así como la comprensión de los aliados para alcanzar un acuerdo que prioriza las capacidades reales frente a metas presupuestarias rígidas. Reiteró el compromiso de España con la paz, la seguridad global, la cooperación multilateral y el desarrollo sostenible.
