Operación “Vilda”: caen 31 miembros de una red que usaba coches con dobles fondos para distribuir droga por España

La Guardia Civil ha asestado un nuevo golpe al narcotráfico nacional con la detención de 31 personas pertenecientes a una organización criminal dedicada a la distribución de hachís y cocaína por todo el territorio español.
La operación, denominada “Vilda”, ha permitido la incautación de cerca de 600 kilogramos de hachís, 1,5 kilos de cocaína, 70.000 euros en efectivo y 12 vehículos, cinco de los cuales estaban equipados con sofisticados sistemas de caleteado valorados en más de 70.000 euros por su complejidad técnica.
La red operaba principalmente desde Madrid y Toledo, pero extendía su actividad a todo el país, con especial presencia en País Vasco, La Rioja, Castilla y León y Asturias. La estructura criminal contaba con una red jerarquizada y compartimentada, en la que cada miembro asumía funciones específicas —desde la dirección hasta la distribución o transporte— sin conocer al resto de integrantes, lo que dificultaba su desmantelamiento.
Vehículos modificados y rutas vigiladas
Durante las investigaciones, iniciadas a principios de año, los agentes descubrieron que la organización utilizaba vehículos con dobles fondos provistos de sistemas de apertura electrónicos e imantados, diseñados para ocultar la droga de forma indetectable.
Además, empleaban vehículos de alta gama como lanzadera, con el objetivo de detectar controles policiales y garantizar el paso seguro de los transportes.
Los narcotraficantes operaban desde pisos situados en las localidades toledanas de Yuncos e Illescas, donde almacenaban las sustancias estupefacientes antes de su distribución a distintas provincias.
Desde estos puntos de guardería, organizaban los envíos hacia el norte de España, empleando rutas seguras y conductores experimentados.
Actuaciones coordinadas en seis provincias
La Guardia Civil llevó a cabo las detenciones en Palencia, Asturias, Madrid, Toledo, Álava y La Rioja, además de practicar 12 registros domiciliarios, en los que se localizaron importantes documentos contables que reflejan el volumen de negocio de la organización.
Estos documentos detallaban las cantidades de droga distribuidas, los precios de venta y los vehículos utilizados, aportando pruebas clave para la instrucción judicial.
La operación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Logroño, que coordina las actuaciones judiciales y policiales derivadas de esta investigación.
Con esta actuación, la Guardia Civil vuelve a demostrar su capacidad operativa frente a las redes de narcotráfico, neutralizando un entramado criminal que movía grandes cantidades de droga y disponía de recursos logísticos avanzados para su distribución por toda España.