
La Agencia Espacial Española (AEE) ha emitido un comunicado de alerta tras el impacto de una eyección de masa coronal (CME) de alta velocidad sobre la magnetosfera terrestre. Asociada a una poderosa fulguración solar de clase M8.2, el evento ha elevado el índice geomagnético Kp hasta 8, en la escala de 0 a 9, lo que representa una tormenta geomagnética severa.
Aunque actualmente el índice se mantiene en un Kp 7,3, los modelos de predicción advierten de un posible recrudecimiento en las próximas horas. La situación es especialmente preocupante, ya que una tormenta geomagnética de esta magnitud —clasificada como G4 en una escala que va de G1 (menor) a G5 (extrema)— puede tener graves consecuencias:
Apagones parciales en redes eléctricas de alta latitud debido a sobrecargas.
Interferencias en comunicaciones por radio de alta frecuencia, especialmente en rutas aéreas polares.
Errores de precisión en sistemas de navegación por satélite (GPS) y afectación a infraestructuras críticas como aviones, barcos y servicios de emergencia.
Aumento del riesgo para satélites en órbita baja, debido a la densificación de la termosfera que altera su trayectoria y funcionalidad.
Auroras boreales visibles en latitudes mucho más bajas de lo habitual.
La Agencia Espacial Europea (ESA) y la NOAA estadounidense también han confirmado la gravedad del evento, y los equipos de monitoreo de clima espacial continúan vigilando posibles escaladas hacia el nivel Kp 9, el máximo en la escala, lo que significaría una tormenta extrema con un impacto potencialmente disruptivo a nivel global.
Por ahora, no se han reportado daños críticos, pero la AEE insta a las operadoras de infraestructura espacial y terrestre a mantenerse en alerta máxima y a seguir de cerca las actualizaciones oficiales. La monitorización continúa de manera intensiva a través de la red internacional de servicios de clima espacial.
El público en general no enfrenta riesgos directos para la salud, pero sí podría verse afectado por interrupciones en servicios que dependen de sistemas electrónicos y satelitales. De intensificarse el fenómeno, las autoridades recomiendan precaución en la navegación aérea, revisión de sistemas GPS alternativos y preparación ante posibles apagones en zonas vulnerables.
La tormenta solar de este 1 de junio ya se perfila como uno de los eventos más intensos de los últimos años, recordando la vulnerabilidad tecnológica frente a la potencia de nuestro Sol.