En pleno corazón de la Costa Brava, Lloret de Mar se reafirma como uno de los destinos preferidos para disfrutar del verano. Ya sea para quienes buscan largas jornadas en playas urbanas con todos los servicios o para quienes prefieren pequeñas calas escondidas entre vegetación y acantilados, Lloret tiene una playa para cada tipo de viajero.
Este popular enclave turístico combina la belleza natural del litoral mediterráneo con una infraestructura pensada para el ocio, el confort y la sostenibilidad. Todas sus playas y calas cuentan con el distintivo Bandera Azul, lo que garantiza calidad ambiental, accesibilidad y servicios.
Calas para desconectar
Cala Sa Boadella: con solo 250 metros de longitud, es un rincón casi virgen, ideal para quienes desean desconectar. Su acceso por un camino de tierra permite disfrutar del entorno natural más puro de la Costa Brava.
Sa Caleta: muy próxima al centro urbano, esta cala acoge pequeñas embarcaciones y ofrece vistas al Castillo de Lloret, que alberga una experiencia inmersiva sobre el cambio climático. También es el punto de partida del camino de ronda hacia Tossa de Mar.
Cala Banys: sin arena y con un entorno rocoso, es perfecta para pescar o hacer snorkel. Se accede a pie desde el castillo de Sant Joan, y destaca por sus aguas cristalinas y su entorno exótico.
Cala Treumal: ubicada junto a la playa de Santa Cristina, está rodeada de vegetación espesa y transmite un ambiente salvaje y tranquilo.
Playas para disfrutar con comodidad
Playa de Lloret: con más de 1,5 kilómetros de extensión, es la playa principal del municipio. Cuenta con todas las comodidades y una amplia oferta de actividades náuticas y lúdicas.
Playa de Fenals: con 700 metros de longitud, es la preferida de las familias. Ofrece actividades para todas las edades, desde kayak hasta parasailing, y un completo programa infantil en la Casa del Mar.
Playa de Santa Cristina: protegida por cerros y con aguas siempre tranquilas, es perfecta para una escapada familiar. A sus espaldas se encuentra la ermita que da nombre a la playa, símbolo espiritual de la localidad.
Cala Canyelles: la más alejada del centro y hogar del único puerto deportivo de Lloret. Ideal para quienes buscan tranquilidad sin renunciar a buenos servicios y una excelente oferta gastronómica, como la del beach club Gammarus.
Todas las playas principales disponen de accesos adaptados, zonas de sombra, sillas anfibias y asistencia, reforzando la apuesta de Lloret por un turismo inclusivo y sostenible.
Con esta diversidad de opciones, Lloret de Mar se posiciona como un destino ideal para descubrir la Costa Brava desde el mar, con respeto al entorno natural y opciones para todos los públicos.
