El colectivo Enfermeras Aportodas del Área Sanitaria de Ferrol, ha emitido un comunicado denunciando «una política de abuso» sistemática a las enfermeras por parte del SERGAS, el servicio sanitario gallego. Enfermeras Aportodas es un grupo con representación en toda Galicia, apolítico y asindical, que busca «reivindicar y recuperar» los derechos laborales del colectivo.
«El colectivo de Enfermería es el mayor grupo profesional universitario que integra nuestro Sistema Público de Salud, y aun así, vemos menospreciado nuestro trabajo», comienza rezando el comunicado de Enfermeras Aportodas. El colectivo explica que desde hace más de 20 años sus trabajadoras y trabajadores han experimentado una pérdida progresiva de poder adquisitivo y derechos y condiciones laborales. Un empeoramiento de la profesión que ejemplifican con su clasificación en el Grupo A2, «cuando desde 2007 y a partir de la aprobación del Plan Bolonia, las enfermeras somos graduadas universitarias y deberíamos ser Grupo A1», explican.
Esta clasificación implica una retribución que las trabajadoras no consideran acordes a la responsabilidad de su empleo. Denuncian, además, los sistemáticos contratos precarios y la poca estabilidad laboral de la profesión, que «son incompatibles con la satisfacción y motivación del colectivo». Como resultado, indican que se está dando una fuga de profesionales desde hace más de 15 años, que inevitablemente ha desembocado en una escasez de personal preocupante: «Por estos motivos, muchas enfermeras se marchan del SERGAS y las que continuamos aquí nos sentimos infravaloradas».
A todo ello, continúan, se suma una «pésima gestión de los Recursos Humanos» por parte del SERGAS en el Área Sanitaria ferrolana. «Cualquier enfermera puede enseñar incontables contratos de días sueltos o quincenas encadenadas, o contratos de 1 a 6 meses en los que no disponemos hasta finales de mes del turno del mes siguiente, y donde no sabremos dónde trabajaremos al día siguiente», explican. Una situación que imposibilita la conciliación laboral en cualquier caso, según denuncian.
«El SERGAS lleva años empleando una política de abuso con las enfermeras», afirma el comunicado de Enfermeras Aportodas. El colectivo denuncia que el servicio sanitario denega «casi siempre de forma sistemática» los días de libre disposición y otros permisos bajo premisas como ‘falta de personal’ o ‘necesidades del servicio’, «que les dan carta blanca para hacer lo que quieran», indican. La solución que el SERGAS ha buscado a esta situación es aprobar un complemento voluntario, la ‘jornada complementaria’, que a juicio de este colectivo condiciona a trabajar más al personal fuera de jornada y a precio de saldo, sin mejorar las condiciones laborales.
Por último, este grupo de enfermeras indica que el déficit de personal no repercute sólo en ellas, sino especialmente en los pacientes gallegos. «Todos los años, especialmente en verano, se cierran camas en nuestras unidades de hospitalización, lo que acarrea una sobrecarga de trabajo inmensa para el resto de unidades, poniendo en riesgo la seguridad del paciente de manera inevitable», explican. Enfermeras Aportodas denuncian que una única profesional puede llegar a tener a su cargo a hasta 25 pacientes de diferentes especialidades médicas, o que una enfermera de Atención Primaria puede tener que asumir la agenda de una compañera de vacaciones, al no contratarse personal de sustitución.
«Queremos unas condiciones dignas de trabajo, queremos poder brindar a nuestros pacientes cuidados de calidad y queremos ser reconocidas como las profesionales que somos», concluye el comunicado.
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