Pedro Sánchez seguirá como presidente del Gobierno «con más fuerza si cabe»

Pedro Sánchez rompe su silencio y anuncia que continuará para «regenerar la democracia» tras cinco días de «reflexión» que conmocionaron al PSOE

Pedro Sánchez seguirá como presidente del Gobierno "con más fuerza si cabe"

Pedro Sánchez seguirá al frente del Gobierno. Tras cinco días de reclusión, junto a su familia, en el Palacio de la Moncloa, para decidir sobre su futuro, el jefe del Ejecutivo ha anunciado finalmente que se queda para dar la batalla contra aquellos que, dice, han pretendido quebrarlo para obtener con ataques personales, bulos y mentiras lo que no lograron en las urnas. «He decidido seguir con más fuerza si cabe al frente de la presidencia del gobierno de España. Esta decisión no supone un punto y seguido, es un punto y aparte, se lo garantizo. Por eso -ha esgrimido-, asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad por la regeneración pendiente de nuestra democracia y por el avance y la consolidación de derechos y de libertades».

El PSOE unido le reclamó este sábado en un comité federal excepcional, convertido una explosión de emotividad de dirigentes y militantes en las calles, que no tirara la toalla, que no diera a la oposición el gusto de entregar su cabeza. «Merece la pena que ganen los buenos» llegó a esgrimir la que, para buena parte de los socialistas, estaba llamada a ser su sucesora natural más allá del primer momento de interinidad que sí o sí le habría correspondido, María Jesús Montero. También este domingo, personalidades del mundo de la cultura y los líderes de los sindicatos mayoritarios le dieron apoyo, y en torno a 5.000 personas se congregaron a las puertas del Congreso en solidaridad con él bajo el lema «Por amor a la democracia».

El presidente del Gobierno ha agradecido todas esas manifestaciones e incluso ha asegurado que han «influido decisivamente» en su decisión, anunciada a través de señal televisiva a las 11.00 horas en una intervención a la que no ha sido convocada la prensa, después de una breve visita al Palacio de la Zarzuela para informar al rey. Ya argumentó en la misiva escrita en solitario, sin consultar ni a su núcleo duro -después de que un juez decidiera abrir diligencias previas en torno a su mujer, Begoña Díaz, sobre una denuncia del pseudosindicato Manos Limpias, liderado por Miguel Bertrand- que sus dudas nacían de una manera de hacer política que achacó a poderes fácticos que se oponen a su proyecto progresista. Y ese es el combate que ahora se propone volver a encarnar, otra vez como ave fénix, pero después de haber expuesto, por primera vez, su gran debilidad, la aflicción de su familia.

«Mi mujer y yo sabemos que esta campaña de descrédito no parará. Llevamos 10 años sufriéndola. Es grave, pero no es lo más relevante. Podemos con ella», ha afirmado, antes de hacer un llamamiento público. «Solo hay una manera de revertir esta situación. Que la mayoría social, como ha hecho estos cinco días, se movilice en una apuesta decidida por la dignidad y el sentido común, poniendo freno a la política de la vergüenza que llevamos demasiado tiempo sufriendo. Porque esto no va del destino de un dirigente particular, eso es lo de menos- ha aducido-. Se trata de decidir qué tipo de sociedad queremos ser y creo que nuestro país necesita hacer esta reflexión colectiva».

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