Detienen a un hombre tras confesar haber violado durante 50 años a menores de su entorno en Valencia

Su nieta, una amiga suya, y una niña de ocho años, la única que todavía es menor, entre las víctimas de las agresiones sexuales del presunto pederasta, que ha sido encarcelado

Detienen a un hombre tras confesar haber violado durante 50 años a menores de su entorno en Valencia

La Guardia Civil detuvo el pasado lunes a un hombre de 69 años como presunto autor de delitos de agresión sexual, tras confesar en el cuartel de la localidad valenciana de Llíria que llevaba décadas agrediendo sexualmente a menores de su entorno. El hombre confesó que esas violaciones y agresiones sexuales se habían venido produciendo durante cerca de medio siglo, según fuentes del instituto armado. Las víctimas son cinco, según la propia confesión del pederasta, que vive en una pequeña población de la comarca de Camp de Turia, a unos kilómetros de la ciudad de Valencia. Ahora está encarcelado, tras haberlo decretado el juzgado.

El presunto pederasta declaró haber cometido agresiones sexuales a su nieta —con diversidad funcional—, a una hermana, a su cuñada, a una amiga de su nieta y a una niña que tenía 8 años en el momento del delito, la única que hoy todavía es menor de edad, según ha adelantado este miércoles el diario Levante-EMV. Todas ellas eran menores en el momento en que se produjeron los hechos. El pedófilo actuaba cuando se quedaba solo con las niñas en su domicilio particular y exigía que los hechos se mantuvieran en secreto.

El Juzgado de Instrucción número 7 de Llíria, en funciones de guardia, acordó el martes su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin posibilidad de fianza por varios delitos de agresión sexual. El detenido está investigado, inicialmente, en una causa abierta por cuatro delitos continuados de agresión sexual contra otras tantas víctimas. La Guardia Civil aumenta el número a cinco las víctimas, si bien en algunos casos.

El hombre acudió el pasado domingo al cuartel de la Guardia Civil acompañado de su actual mujer, madre de una de las víctimas, y confesó las agresiones sexuales que realizó durante décadas. Fuentes próximas a la investigación apuntan que el agresor decidió personarse en el cuartel de la Guardia Civil forzado por la amenaza de una persona de su entorno más próximo de denunciarlo directamente si no confesaba. A la mañana siguiente de su confesión, y tras haber contactado con las víctimas para que interpusieran la pertinente denuncia, la Guardia Civil lo detuvo.

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