Desde el PSOE compartimos la preocupación manifestada por el jefe del Estado en su discurso de Navidad en relación con los principales problemas que afectan a muchos españoles. Los problemas relativos al empleo, a la sanidad, a la educación, a una jubilación digna y, en palabras del propio rey, los problemas de la violencia inaceptable contra las mujeres y de la dificultad de acceso por parte de los jóvenes a la vivienda.
Todas estas cuestiones, de hecho, forman parte de nuestras prioridades en nuestro ideario político y están, por tanto, en la agenda de trabajo del actual gobierno de coalición. Compartimos también la consideración que hace el monarca de la Constitución como un marco idóneo para conservar, preservar la convivencia en nuestro país y garantizar el progreso de España.
Sin ninguna duda, la Carta Magna fue un éxito colectivo. Fue la culminación de un esfuerzo que nos permitió entonces superar la gravísima división existente en España, superar, por lo tanto, tantos años de sufrimiento y de aislamiento de nuestro país e iniciar el rumbo hacia una democracia moderna.
Los socialistas trabajamos desde el primer momento apoyando la Constitución en su elaboración, en su aprobación y posteriormente en su aplicación. En su aplicación a través de leyes, de la legislación necesaria para desarrollar todos esos artículos a los que en parte hacía referencia nuestro jefe del Estado. Los derechos básicos de los ciudadanos que hoy tienen un marco legislativo que les permite desarrollar una vida digna.
Los socialistas creemos, por lo tanto, que debemos seguir trabajando en el marco de esa Constitución y creemos que preserva la unidad de España gracias a cómo integra la diversidad. La diversidad de lenguas, de culturas, de instituciones. Esa unidad en la diversidad nos hace un país más fuerte y garantiza esa necesaria convivencia.
Por parte del rey se hizo, además, mención a cómo para defender la Constitución no basta sólo con respetarla de manera más o menos nominal. Para preservar la Constitución hay que preservar los valores éticos y políticos que están en la base de los grandes consensos sociales.
El valor de la libertad, de la igualdad, de la justicia y de la pluralidad política. Todo eso forma parte de un acervo que estamos comprometidos a defender. Estamos comprometidos a defenderlos y, como dice el monarca, debemos hacerlo todos los días, respecto a todos los artículos de la Constitución y por parte de todas las instituciones. Las instituciones del poder ejecutivo, tanto el Gobierno central como los gobiernos de Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. El poder legislativo, Congreso, Senado, Asambleas parlamentarias… Y, por supuesto, el poder judicial y también los partidos políticos, que son herramientas básicas de nuestra democracia.
Y, como el rey, entendemos la importancia de una España abierta al mundo, nunca más aislada o ajena a los grandes desafíos globales. Una España que trabaja de manera muy activa para consolidar y reforzar el proyecto de integración europea. Como hemos hecho, y así lo reconoce el jefe del Estado, durante este último semestre de presidencia española del Consejo de la Unión Europea. Y también con nuestra pertenencia a la comunidad iberoamericana, con la que tenemos tantos vínculos históricos y afectivos. Así que sí creemos que España es un gran país y que podemos avanzar juntos. Podemos avanzar desde esa unidad que reconoce la diversidad y podemos avanzar desde el respeto que permita aproximar posiciones respetando el marco constitucional.
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