«Nuestra presidencia de la UE acoge en Santiago esta reunión con los principales actores sociales europeos para diseñar una nueva agenda que avance hacia la Europa social», ha indicado la vicepresidenta en funciones antes de dar comienzo a una reunión tripartita con el comisario europeo de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit, los ministros de Trabajo y secretarios de Estado de Empleo europeos, líderes de los interlocutores sociales europeos y españoles, así como expertos y representantes de entidades internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico de la (OCDE), entre otros.
Definir la futura agenda social europea
Con la vista puesta en la Comisión que saldrá de las elecciones europeas del próximo año, Díaz plantea esta cita como un foro de reflexión, debate y propuestas para seguir avanzando en la protección de los derechos las personas trabajadoras. «Esta nueva agenda, ha insistido la ministra, tiene que hablar de democratizar el trabajo, dar protagonismo a las personas trabajadoras en la planificación ecológica o poner los algoritmos y la inteligencia artificial al servicio de la gente».
Sobre todos esos asuntos se profundizará en los debates que se celebran el viernes y que tienen como objetivo último impulsar políticas públicas que contribuyan a una mejora real de las condiciones de vida y de trabajo de la ciudadanía.
Díaz ha considerado que durante esta legislatura se han dado pasos impensables hace unos años con la aprobación de directivas como la de transparencia salarial de género, la de presencia equilibrada de mujeres en los consejos de administración o algo inimaginable hace algunos años: la directiva de salarios mínimos, que afecta a más de 25 millones de personas trabajadoras, muchas de ellas mujeres.
Un nuevo contrato social en Europa
Los ministros y ministras presentes en Santiago, los interlocutores sociales y las entidades internacionales van a analizar cómo avanzar hacia un nuevo contrato social en Europa.
«Debemos ser capaces de dar seguridad y respuestas a los problemas y las necesidades de las mayorías sociales de nuestros países», ha explicado la vicepresidenta, quien ha insistido en que la clave para seguir avanzando en esa senda reside en el diálogo social. «Debemos convertir el diálogo social en una seña de identidad de la Unión Europea», ha remachado.
En su opinión, el diálogo social es también determinante para configurar la futura agenda europea. Y en ese sentido ha recalcado la importancia de llegar a acuerdos transnacionales como el que los interlocutores sociales europeos están ultimando sobre el teletrabajo y la desconexión digital. Si finalmente prospera, sería el primer acuerdo a nivel europeo de estas características después de 13 años.
La vicepresidenta va a proponer a los participantes en esta reunión, uno de los actos de la presidencia española del Consejo de la UE, explorar instrumentos e iniciativas que permitan desarrollar el Pilar de los Derechos Sociales de la Unión Europea, a fin de avanzar también hacia una Europa más social.
A su entender, la convergencia social es fundamental si se quiere recuperar la confianza de la ciudadanía en el proyecto de construcción europea. En ese sentido ha reclamado ensanchar el limitado margen competencial de la UE en materia sociolaboral. «Es hora de reconstruir la arquitectura institucional de Europa para priorizar el bienestar de las personas», ha señalado.
Asimismo, Díaz va a solicitar el apoyo de la OIT y las instituciones internacionales para convertir el modelo social europeo en un referente a exportar, de manera que otras naciones también fijen como meta en el trabajo decente y con derechos, la transición en las políticas de igualdad y diversidad o en una digitalización al servicio de las personas.
La vicepresidenta tiene previsto entrevistarse, además, con la secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos CES-ETUC, Esther Lynch, con la que departirá sobre los temas que protagonizan este encuentro, así como otras cuestiones laborales que se están negociando en las instituciones europeas como la directiva de trabajo en plataformas.
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