Ha planteado a los senadores tres grandes consensos para esta legislatura, con el objetivo de «acelerar la adopción de tecnologías de vanguardia apalancándonos en las ventajas y fortalezas con las que ya cuenta España, desarrollar las potencialidades de la Inteligencia Artificial para impulsar la actividad económica y la calidad de los servicios públicos, y hacerlo todo garantizando el uso ético de estas tecnologías innovadoras, promoviendo un gran acuerdo social sobre los límites que ha de fijarse a lo que hacen las máquinas y a lo que corresponde a los humanos».
Primer consenso: refuerzo de las capacidades tecnológicas
En el marco del primer consenso, orientado a reforzar las capacidades tecnológicas del país, Escrivá ha destacado que ya se han dado los primeros pasos para crear de la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), una Entidad Pública Empresarial que permitirá agrupar en un vehículo ágil la inversión pública en sectores tecnológicos de vanguardia, que ahora se encuentra repartida en distintos organismos, propiciando así sinergias y una unidad de propósito y acción en ámbitos donde la competencia internacional es muy intensa y la velocidad de cambio extremadamente rápida. «Avanzamos así en el refuerzo de la soberanía tecnológica estratégica, crucial cuando hablamos de sectores críticos para la economía o la seguridad», ha explicado el ministro, que ha añadido que la SETT contará con equipos especializados tanto en inversiones como en tecnología, tendrá la capacidad de analizar tendencias y actuar así de forma adaptable y flexible, y propiciará la colaboración público-privada.
Durante su intervención acerca de este primer consenso, Escrivá ha enfatizado, además, las fortalezas con las que cuenta España para lograr convertirse en el hub de conectividad de referencia para el Sur de Europa, atrayendo infraestructuras clave como los Centros de Procesamiento de Datos (CPD): «Somos líderes europeos en conectividad, con el 100% de la población con posibilidad de acceso a la banda ancha ultrarrápida por fibra o por satélite; estamos acelerando el despliegue del 5G, y además contamos con condiciones excepcionales de posicionamiento geográfico, clima y producción de energías renovables. Sumaremos a todo esto un nuevo marco regulatorio que favorezca la instalación sostenible de CPD, para asegurarnos de que estas infraestructuras que requieren un importante uso de energía y agua se instalan con todas las garantías medioambientales».
Segundo consenso: impulso de la IA y su uso ético
En cuanto al segundo consenso, relativo al impulso de la IA y de su uso ético, José Luis Escrivá ha subrayado que esta tecnología está propiciando «enormes ganancias de productividad, incluso en sectores que hasta ahora no se habían visto afectados de una forma tan intensa por las revoluciones tecnológicas anteriores, como el sector servicios». El Gobierno orientará su acción en este campo a favorecer el desarrollo y aprovechamiento de los beneficios de esta tecnología tanto en la economía general como en la prestación de servicios públicos.
Este propósito se concretará en la actuación sobre tres palancas: el impulso de las capacidades de supercomputación, a partir del trabajo de instituciones de referencia internacional como el Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación; la puesta en marcha durante este año de un gran modelo de lenguaje fundacional en castellano y lenguas cooficiales para que empresas e instituciones puedan desarrollar aplicaciones más potentes y eficaces; y el fomento del capital humano, proporcionando financiación a las distintas iniciativas de investigación y de apoyo a los investigadores (ya se han aportado más de 600 millones de euros en acciones de I+D y de atracción y retención de talento) y propiciando sinergias entre las distintas instituciones que trabajan en ciencia y tecnología de vanguardia.
Las actuaciones sobre estas tres palancas buscan resultados de impacto en cuatro áreas. La primera de ellas es la aplicación industrial de la IA, «con especial atención a las pymes y autónomos, que no tienen tantas facilidades como las grandes empresas a la hora de incorporar la IA a sus procesos, y que además pueden beneficiarse especialmente del uso de esta tecnología para ganar productividad», ha dicho el ministro. En este sentido, Escrivá ha destacado iniciativas como el Kit Digital, con 3.000 millones de euros a disposición de las empresas para impulsar su transformación digital y que va a orientar su futura convocatoria a las soluciones de IA, y la puesta en marcha de un programa de 300 millones de euros para acompañar a las pymes en el rediseño de sus tecnologías de datos e IA.
La segunda área con resultados de impacto será el sector público y su transformación, poniendo en valor los datos con los que cuentan las administraciones para generar «proyectos piloto, que puedan ser escalados en caso de ser exitosos, que mejoren la atención a los ciudadanos», ha dicho el ministro. Una tercera área será la ciberseguridad, con la remisión de una ley a las Cortes que aborde de forma integral esta materia crucial antes de que termine el año. Y la cuarta área es la gobernanza de la IA, para lo que -ha dicho Escrivá- «el Gobierno quiere abrir un debate que implique a toda la sociedad, en el que entre todos fijemos los límites entre lo que puede asignarse a las máquinas y lo que ha de reservarse para los humanos». En esta materia, la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA) liderará ese proceso de búsqueda de consensos durante los próximos meses, «constituyéndose en un centro de pensamiento sobre esta tecnología de vanguardia; será la inteligencia de la Inteligencia Artificial», ha resumido Escrivá.
Tercer consenso: transformación de la Administración
El ministro ha dedicado también una parte de su intervención al tercer consenso que plantea para la legislatura: la modernización de la Administración Pública. Ha explicado que la actuación del Gobierno en este campo se centrará en el refuerzo de la calidad de los servicios públicos con la incorporación de las tecnologías de vanguardia pero, sobre todo, con un replanteamiento de la política de recursos humanos que propicie la captación de talento, el rediseño de las carreras profesionales para hacerlas más atractivas para los empleados públicos y más ajustadas a las necesidades de la sociedad, la eliminación de la tasa de reposición y su sustitución por un modelo de gestión previsional de plantillas y el impulso de la transparencia y de los mecanismos de gobierno abierto. En todo caso, Escrivá se ha comprometido a profundizar en este tercer consenso durante su comparecencia ante la Comisión de Función Pública del Senado, dentro de dos semanas.
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